Los paneles fotovoltaicos son una fuente de electricidad barata, limpia y fiable.

Están formados por células solares conectadas en serie para producir electricidad. El voltaje de estas células suele ser de unos 36V CC.

Un panel fotovoltaico está formado por muchas células solares. Suelen estar hechas de silicio y pueden utilizarse para generar electricidad a partir de la luz solar. Las células fotovoltaicas no tienen partes móviles, por lo que son perfectamente adecuadas para su uso en lugares remotos con un mantenimiento mínimo.

Los paneles fotovoltaicos están formados por varias células que se conectan en serie para producir una tensión superior a la de las células individuales (3V-35V). El panel sólo funcionará cuando esté expuesto a la luz solar directa, por lo que debe instalarse en un lugar donde tenga una vista despejada del cielo.

El tipo más común de panel fotovoltaico se llama célula solar de silicio anamórfico o silicio amorfo (a-Si). Este tipo utiliza una fina capa de silicio sobre una superficie de vidrio que deja pasar la luz sin obstáculos por ningún filtro de color o revestimiento que pueda interferir en su capacidad de convertir la luz en electricidad.

Las ventajas de utilizar células solares son mayores que las desventajas.

Las células solares se fabrican con silicio y otros materiales semiconductores. Estos materiales también se utilizan en chips de ordenador, relojes, calculadoras y otros dispositivos electrónicos. Las células solares suelen colocarse en la parte superior de un edificio o estructura para recoger la luz solar y convertirla en electricidad. A continuación, la energía se utiliza directamente en el edificio o se almacena en baterías para placas solares para su uso posterior.

Para entender las células solares, es importante saber cómo funcionan. Las células solares están formadas por capas de materiales semiconductores que conducen la electricidad cuando se exponen a la luz. Cuando la luz incide sobre estas capas, los electrones que contienen se mueven más fácilmente que cuando no están expuestos a la luz. Esto permite que una corriente eléctrica fluya a través de la célula y produzca electricidad.

 

Estos paneles pueden instalarse en los tejados, en los jardines o en el interior de los edificios.

Las células solares o fotovoltaicas convierten la luz solar directamente en electricidad, a diferencia de otras formas de energía renovable que la convierten en calor o la trasladan a través de cables para almacenarla en baterías.

Los sistemas fotovoltaicos tienen varias partes:

Paneles solares: compuestos por células solares (los dispositivos semiconductores que generan una corriente eléctrica cuando se exponen a la luz), que se conectan en circuitos en serie y en paralelo.

Inversor: convierte la corriente continua del conjunto solar en corriente alterna para su hogar.

Sistema de batería de reserva: almacena el exceso de energía generada durante el día para utilizarla por la noche.

El uso de la energía de las células solares tiene sus pros y sus contras

Hemos llegado al final de este artículo, pero esperamos que no haya terminado de reflexionar sobre los usos de los paneles fotovoltaicos para su casa, negocio u otro lugar. Hay una serie de cosas que hay que tener en cuenta antes de decidirse a instalarlos, y aún más en las que debería pensar antes de tomar una decisión definitiva. Esperamos que nuestra visión general le haya dado una idea de esta apasionante tecnología.